Son dispositivos rígidos o flexibles hechos a medida que se colocan sobre los dientes, generalmente durante la noche, para protegerlos del desgaste y daño causado por el rechinamiento o apretamiento involuntario (bruxismo).
Su función principal es:
- Absorber y distribuir las fuerzas excesivas, evitando fracturas y desgaste dental.
- Reducir la tensión muscular y el dolor mandibular asociado.
- Prevenir daños en la articulación temporomandibular.
Son una solución efectiva y no invasiva para manejar este hábito que puede afectar la salud dental y general.
