Son restauraciones parciales que se colocan en dientes dañados por caries o fracturas, cuando la pérdida no es tan extensa como para requerir una corona completa. Se cementan dentro del diente y están diseñadas para restaurar su forma y función.
- Incrustaciones metálicas: Generalmente hechas de aleaciones como oro o cromo-cobalto. Son muy resistentes y duraderas, ideales para molares donde la estética no es prioritaria.
- Incrustaciones de resina: Hechas con material estético similar al color del diente. Son más discretas y económicas, pero tienen menor resistencia al desgaste y a fracturas en comparación con las metálicas.
Ambas opciones son una alternativa conservadora y funcional frente a una corona total, preservando más estructura dental natural.
